27 de septiembre de 2010

Los pequeños placeres


Me da la impresión que nada va bien. O tal vez es que todo va mal.
Podría contar con los dedos de una mano las escasas razones que me quedan para sonreír. Una de ellas me la enseñó la Señorita Poulain y consiste en cultivar el gusto por los pequeños placeres de la vida, en mi caso: El olor de café recién hecho por las mañanas, dormir con el sonido de la lluvia, sentir admiración por los objetos antiguos, disfrutar de los escasos minutos de reflexión bajo el agua fría de la ducha y coleccionar sueños extraños. (Entre otros muchos, claro.)
Las demás razones por las que vale la pena sonreír en estos momentos me costaría incluso recordarlas pero sé del cierto que el gusto por los pequeños placeres de la vida siempre conseguirá robarme una sonrisa.

***

Dicen que el mundo resultaría ser un lugar muy solitario sin aquella persona que consigue robarnos una sonrisa sin pretenderlo.

20 de septiembre de 2010

Fábrica de sueños


¿Qué hay peor que sentirte impotente, saberte incapaz de hacer algo?
¿Qué hay peor que asumir que has de limitarte a observar pues no se te ha permitido actuar? ¿Qué hay peor que querer algo con demasiada intensidad pese a saber que nunca será tuyo?

Querer y no poder.

Es esta constante impotencia la que nos obliga a las personas a refugiarnos en un mundo de ensueño dónde nos es posible alcanzar aquello que en la vida real no nos atrevemos ni siquiera a desear. Recientemente he descubierto que en el mundo todavía hay personas incapaces de ello. Gente que, por algún motivo u otro, jamás aprendieron a soñar. Quizás porque no se atrevieron o no lo creyeron necesario, tal vez porque no encontraron a la persona adecuada que les supiera enseñar.
Es por esto que me he aferrado a la absurda idea de construir una fábrica de sueños.
Sonará estúpido e infantil pero, ¿que sería de esta vida sin los sueños? Protagonizaríamos una vida sin sentido pues ésta carecería de un mundo donde poder refugiarnos de vez en cuando e intentar ser felices.
Gracias a esta fábrica de sueños la persona más desgraciada de la faz de la tierra lograría sentirse por primera vez afortunada. Aquella persona cuyo estómago apenas conoció qué es la comida, nunca más volvería a pasar hambre. Aquél que se vio obligado a observar la vida desde su silla de ruedas, como si de un mero espectador se tratase, se pondría en pié y nunca más se volvería a sentar. Aquél anciano que con tristeza y añoranza observaba a los niños correr, abandonaría su bastón para correr junto a ellos como antaño: como si sus piernas desconocieran que es el cansancio. Aquél que tan sólo se atrevió a soñar con alguien con quien poder hablar, olvidaría por completo el significado de la palabra soledad.
Algún día, cuando descubra la manera exacta de cómo hacerlo, construiré una inmensa fábrica de sueños para que aquellos a los que la vida les ha dado la espalda encuentren refugio en ese mundo de ensueño y puedan, por fin, ser felices.

15 de septiembre de 2010

Jugando a intercambiar miradas

Éramos como desconocidos que se conocen muy bien...
Big Fish

Deambulas por la calle perdida en tus pensamientos, cavilaciones y alguna que otra desvariación. Cruzas reiteradamente miradas con extraños que, como tú, avanzan perdidos en sus pensamientos mientras sus pies, involuntariamente, recorren el camino que tan bien conocen. Entre el caos de miradas desconocidas reconoces alguna que otra cara que te resulta familiar.

Sabes a la perfección que nada más salir de casa te encontraras al pizzero italiano de la esquina intercambiando palabras con el portero de la casa de al lado. -¿De qué estarán hablando?- te preguntas siempre en cuanto los ves manteniendo lo que parece una entretenida conversación. Como cada mañana, pasas por delante de la frutería dónde el señor con cara amable está concentrado, como de costumbre, preparando a contrarreloj los pedidos y distribuyéndolos en cajas de cartón para poder repartirlos a tiempo. Nada más pasar la frutería esta esperándote pacientemente el señor mayor al que has cogido tanto cariño, el portero de la casa de los cristales oscuros. Llevas más de 7 años pasando por delante de ese oscuro cristal y no ha habido día en que no lo hayas saludado. Lo haces por costumbre, porque es un completo desconocido para ti, nunca habéis intercambiado palabra alguna, ni siquiera conoces su nombre pero el día que no está ahí para devolverte el saludo y dedicarte una sonrisa te sientes triste. Tienes calculado que a las 8:30 el hombre de la esquina de la librería estará ahí de brazos cruzados observando a los transeúntes cruzar el paso de peatones con su peculiar mirada fría y calculadora. El padre fumador de los dos hijos de mirada dulce te lo encuentras, cigarro en mano, un poco más adelante. Siempre que lo ves piensas que alguien debería sugerirle dejar de fumar. Si te encuentras a la chica de mirada triste antes de llegar a la parada del autobús significa que estás llegando tarde, como de costumbre. Cada día, cuando la ves, piensas que tal vez mañana la verás por fin sonreir, seguro que tiene una sonrisa preciosa.

Y como éstas, otras muchas personas más que forman una larga lista de extraños, auténticos desconocidos, que consideras parte de ti porque, si una mañana no están ahí, te preguntas dónde estarán y si al día siguiente volverán a estar esperándote en el sitio de siempre.
Esperándote para jugar a intercambiar miradas, como de costumbre.


¿Hacia dónde ir?


Años atrás eras capaz de hallar una pizca de armonía y equilibrio en el caos más absoluto, encontrabas un ápice de luz allá dónde la oscuridad todo lo bañaba.
Ahora, esa misma oscuridad, te está ahogando.

Tiempo atrás la vida te presentó diversos dilemas que, de una manera u otra, supiste afrontar escogiendo un camino y una dirección determinada, tomaste una serie de decisiones que hoy no son más que vestigios del ayer.
Lo que no sabias por aquel entonces es que las elecciones que tomaste en su día, y quizás demasiado a la ligera, estaban formando un sólido laberinto en el que te verías atrapado tarde o temprano. No supiste jugar bien con las cartas que te repartió el destino y, como consecuencia, ahora te encuentras vagando por la vida sin rumbo aparente. Te hallas inmerso en el corazón de un profundo laberinto que tú mismo has construido mediante tus elecciones sin ni siquiera tener constancia de ello. Tienes la sensación de estar atrapado en el núcleo de un inmenso remolino del cual te es imposible escapar pero, a pesar de todo, avanzas paulatinamente entre la confusión, escogiendo al azar las que crees son las mejores direcciones para guiar tus pasos, pero muchas veces esa elección que parecía tan acertada en un principio resulta acabar siendo no más que una sólida pared impenetrable.

Una nueva elección equivocada.

Tras tropezaete reiteradamente con estos obstáculos en el camino que dificultan tu avance te empiezas a preguntar si vale la pena seguir adelante. Pese a esto, sacas fuerza de donde no la hay y prosigues tu camino. Te levantas una vez más del suelo pese a saber que estas destinado, tarde o temprano, a caer de nuevo.


12 de septiembre de 2010

Inténtalo













Despertarte. Levantarte. Sentir que sigues vivo. Ver que aún respiras. Aceptar tu vida. Creer que sigues teniendo una salida. Huir. Buscar. Lugar. Espacio. Tiempo. Querer tener lo imposible. Acordarte de aquel sueño. Entender que sólo es eso, un sueño. Tener éxito. Disfrutar de esa energía. Intentar despejar la mente. Pensar con claridad. Calla. Observa. Espera. Anda. Corre. Aguanta el momento. Mira como puedes, ves?. Sé que sí, sé que ahora, sé que tu... Pasos. Risas. Llantos. Besos. Dramas. Bromas. Penas. Sabes que lo sé, sabes lo que sé, aunque no sepas que lo sabes, sabes que yo también lo sé. Canto. Cuento mis momentos. Lento. Aguanto. Avanzo. Intento. Sigues pudiendo? Sigues conmigo?

 

GG. ( ya sabes quién soy ;)

6 de septiembre de 2010

Tu mente es la escena del crimen

Estás esperando un tren,

Un tren que te llevará lejos.

Sabes dónde quieres que ese tren te lleve,

Pero no donde te va a llevar.

Pero no te importa.

¡Dime por qué!

¡Porque estaréis juntos!
-Origen-