15 de septiembre de 2010

Jugando a intercambiar miradas

Éramos como desconocidos que se conocen muy bien...
Big Fish

Deambulas por la calle perdida en tus pensamientos, cavilaciones y alguna que otra desvariación. Cruzas reiteradamente miradas con extraños que, como tú, avanzan perdidos en sus pensamientos mientras sus pies, involuntariamente, recorren el camino que tan bien conocen. Entre el caos de miradas desconocidas reconoces alguna que otra cara que te resulta familiar.

Sabes a la perfección que nada más salir de casa te encontraras al pizzero italiano de la esquina intercambiando palabras con el portero de la casa de al lado. -¿De qué estarán hablando?- te preguntas siempre en cuanto los ves manteniendo lo que parece una entretenida conversación. Como cada mañana, pasas por delante de la frutería dónde el señor con cara amable está concentrado, como de costumbre, preparando a contrarreloj los pedidos y distribuyéndolos en cajas de cartón para poder repartirlos a tiempo. Nada más pasar la frutería esta esperándote pacientemente el señor mayor al que has cogido tanto cariño, el portero de la casa de los cristales oscuros. Llevas más de 7 años pasando por delante de ese oscuro cristal y no ha habido día en que no lo hayas saludado. Lo haces por costumbre, porque es un completo desconocido para ti, nunca habéis intercambiado palabra alguna, ni siquiera conoces su nombre pero el día que no está ahí para devolverte el saludo y dedicarte una sonrisa te sientes triste. Tienes calculado que a las 8:30 el hombre de la esquina de la librería estará ahí de brazos cruzados observando a los transeúntes cruzar el paso de peatones con su peculiar mirada fría y calculadora. El padre fumador de los dos hijos de mirada dulce te lo encuentras, cigarro en mano, un poco más adelante. Siempre que lo ves piensas que alguien debería sugerirle dejar de fumar. Si te encuentras a la chica de mirada triste antes de llegar a la parada del autobús significa que estás llegando tarde, como de costumbre. Cada día, cuando la ves, piensas que tal vez mañana la verás por fin sonreir, seguro que tiene una sonrisa preciosa.

Y como éstas, otras muchas personas más que forman una larga lista de extraños, auténticos desconocidos, que consideras parte de ti porque, si una mañana no están ahí, te preguntas dónde estarán y si al día siguiente volverán a estar esperándote en el sitio de siempre.
Esperándote para jugar a intercambiar miradas, como de costumbre.


12 comentarios:

  1. en mis mañanas sueño con una desconocida que me cambie la vida...

    esos "extraños" son tan necesarios en nuestra vida

    un beso...una gozada tu texto!

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  2. Muy bonito el texto. Si te fijas yo intente hacer algo parecido con el tio del McDonalds pero no le llega ni a la suela del zapato...

    Me ha encantado! Y ademas tienes mucha razón, a mi me pasa lo mismo.
    :)
    Besotes

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  3. La entrada del trabajador del McDonalds le da mil vueltas a esta, me encantó esa entrada!

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  4. Hola, Adm! nos sabemos nuestra rutina-personal de memoria. El simple detalle de que cada uno este en su lugar, nos tranquiliza, (todo va bien). Y cuando llega el dia, en el que un nuevo personaje se agrega en el conjunto de el rutinario camino, empezamos a perder el compas y todo , en algunos casos, se convierte en una novedosa y especial nueva-rutina.

    Pero claro, eso solo lo ven los que observan.

    La Srta. Pulain, Adm Ink, y unos pocos afortunados-as.


    Pd: muchas fotos las tengo guardadas de años, otras las consigo casualmente, otras llegan a mi, y otras me las regalan.
    Pero, no te quepa duda, de que tarden mas o menos, la adecuada imagen para tu texto llega a ti.

    Bss, y buen dia para ti tambien, no pares de seguir observando.

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  5. ya sabes quien soy :)19 de septiembre de 2010, 17:35

    A mi me encanta intercambiar miradas con alguien que conoces y darte cuenta de que nunca antes habias mirado asi a ese amigo/a, que descubres que su mirada expresa mucho mas que sus actos, que su mirada es diferente, que parece otra persona nueva, darte cuenta de que esa mirada es nueva, y darte cuenta de las ganas que tienes de descubrir que esconde

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  6. Cuantas veces nos sentimos fantasmas vagando en la soledad de cada uno de los miles de fantasmas que nos cruzan y cruzamos. Me encantó la intensidad de tu relato que no permite dejar de leerse.
    Te felicito y te sigo.
    Un beso.

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  7. Se parece mucho a mi entrada "Extraños monocromaticos", veo que pensamos parecido. Ya veo xq te gusto mi blog, ojala dejaras algun comentario :)

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  8. Hay algo de encantador en todo esto del día a día... Besos!

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  9. Una delicia para los ojos...me gustó mucho esta entrada! necesitamos tanto a esos extraños...¿de qué hablarán, qué les gustará, qué pensarán ellos de nosotros? Creo que lo fascinante radica en que aunque a veces solo los contemplemos unos segundos, aún de reojo, son un universo nuevo y diferente, con otras leyes, valores y creencias...lo único que tenemos, para descifrar sus pensamientos y emociones, es su rostro...

    "una mirada no dice nada, y al mismo tiempo, lo dice todo...como la lluvia sobre tu cara o el viejo mapa de algún tesoro"

    Un abrazo!

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  10. Justo ayer cambie el nombre del blog a "No somos extraños", por historias que escribo como esa. En el fondo son todas sobre lo mismo

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  11. La elección de las fotos de acorde al texto suele ser un acierto siempre que visito este blog.

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