7 de agosto de 2011

Cucharadas de esperanza

Esa mañana me desperté sin saber que, en pocas horas, iba a embarcarme en un viaje que no olvidaría nunca...

Todos los días de mi corta existencia, mis pies han reseguido inconscientes las pisadas del día anterior, realizando el mismo itinerario día tras día. Pero esa mañana de principios de Julio, por primera vez, me atreví a hacer algo que siempre había deseado pese a que nunca había reunido el valor suficiente como para llevarlo a cabo.
Conocía la existencia de una inmensa puerta metálica frente a la cual, un sinfín de almas sin nombre aguardaban algo que, por aquél entonces, yo desconocía. Personas muy dispares; de todas las edades, colores y nacionalidades. Esa escena despertaba algo en mi interior, un mecanismo se accionaba cada vez que veía esa muchedumbre postrada pacientemente frente aquél soldado metálico que ejercía de infranqueable vigía. Personas que, aparentemente, no tenían nada en común pese a que un vínculo estrecho e invisible las unía haciendo que cada mañana dirigieran sus pisadas hacia esa misteriosa puerta y permanecieran impasibles frente a ella. Mis sospechas defendían que compartían algo, seguramente guardaban un mismo secreto y yo tenía la necesidad de conocerlo.


Un día, dispuesta a acallar mis preguntas decidí dar un paso más, adentrarme en esa marea de gentes sin nombre y esperar junto a los demás para ver que había al otro lado. Así fue como descubrí que travesar el umbral suponía acceder a un mundo paralelo. En ese mundo desconocido la palabra ‘Yo’ no existía, tenía acceso denegado. Así lo indicaba un rótulo situado sobre una pequeña canastilla de mimbre que rezaba:



‘’Deposite aquí aquello que al otro lado no produzca ni facilite el beneficio ajeno. Deposite aquí su Yo, su egoísmo, sus metas e intereses. Deposítese en esta canastilla pues, al otro lado, usted no puede pasar’’.

En la canastilla descansaban adormecidos papeles de una amplia gama de colores, cogí uno al azar en el que se podía leer: ‘Yo, Trinidad’, los demás únicamente distaban del primero en el nombre escrito, mi mano rescató un Grigoriy, una Cristina y un David. De esta manera, ahí dentro únicamente existía aquello que no fuese uno mismo, pues uno mismo debía abandonarse para poder entrar. El primer día, crucé el linde que separaba ambos mundos recelosa, nunca había visto nada igual. Un hombre muy menudo, de pelo cano y rictus severo ejercía de repartidor de billetes, puesto que cruzar el umbral suponía embarcarse en un largo viaje. El hombre mayor repartía a los viajeros un diminuto trozo de cartulina rojiza en la cual únicamente había escrito un número que facilitaba la disposición de los viajeros. En el linde de la puerta esperaba, como en cada tren, el revisor. Éste papel lo ejercía una mujer entrada en carnes, con tan poca paciencia como dientes y andares masculinos. Su función era supervisar que cada viajero llegara al asiento que le correspondía de acuerdo con su billete. Todo equipaje se guardaba en un compartimento en la entrada y, acabado el viaje, era retornado a su propietario. En ese diminuto rincón, se servían cucharadas de esperanza con las que esa gente saciaba el hambre más voraz. Para beber y hacer más digerible la comida se servía compañerismo, y nunca encontrabas un vaso vacío de ello a pesar de que bebían sorbos de sus copas sin cesar.


Pese a ser extraños, eran conscientes de que existía un vínculo invisible que los unía. Fuera, podían comportarse como completos desconocidos pero ahí dentro, embarcados en el mismo viaje, formaban parte de una misma familia y, durante un mes, luché para ser acogida como miembro de ella.


Experiencia en un comedor social, verano 2011.


Feliz de volverme a sumergir en mares de tinta.

7 comentarios:

  1. Por fin! Por fin has vuelto!
    He visto tu actualización en el escritorio de mi blog y me sorprendido un montón.

    Dónde te has metido todo este tiempo?! Se te echaba de menos por el mundo bloggero ;)

    Ya veo que vuelves dándolo todo y escribiendo cosas tan chulas como a las que nos tenías acostumbrados.

    Esta vez nos has adentrado en una puerta llena de fantasía. GENIAL.

    Un saludo de bienvenida ^^
    Espero que no te demores tanto la próxima vez que actualices!!

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  2. Pues ahora ya sabes, a hacer un puñado de fotos chulis y a mostrárnoslas!
    Me tendrás por aqui como siempre y me alegro también de que te vuelvas a pasar por mi blog, me gustaban mucho tus coments!

    Por cierto, hace muy poco me he abierto un nuevo blog, más centrado en la moda que otra cosa (que es algo que siempre me ha gustado también) pero sin perder mi esencia, jaja.
    Pásate si quieres! - www.thisistheperfectcreate.blogspot.com

    MUAK!

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  3. La espera terminó y con gran sorpresa irrumpiste en mi océano celestial para contagiarme tu alegría!! Que gustazo verte de nuevo Adm!!
    Gracias por tus palabras, yo también te he extrañado mucho!! Este es un año difícil para mí y dentro de muy poco comenzaré nuevos caminos. Como dije en una de mis entradas, apostaré por hacer lo que me gusta aunque eso me aleje de la universidad.
    Me hace sentir genial el estar involucrada con tu vuelta a blogger, lo que quiero decir es que, las palabras de tu imaginación no tienen desperdicio, aunque solo puedas entrar para compartir unas pocas letras...

    Genial entrada!

    "Todos los días de mi corta existencia, mis pies han reseguido inconscientes las pisadas del día anterior"

    Esta frase me atrapó, he hecho eso durante mucho tiempo ya, es hora de cambiar! n.n

    Un abrazoteeeeee Adm! No sabes que genial que es verte de vuelta! :)

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  4. El paso más importante, el más decisivo, el más temido, el más deseado, es aquel en el que uno de nuestros pies se queda en el aire esperando el disparo mental de comenzar una nueva salida, una nueva entrada, cruzar un nuevo umbral.

    Tú, lo has dado, es la decisición más dificil en muchos momentos cotidianos, dar el paso.

    Un buen comienzo de Retorno.

    Se te echaba de menos Adm!
    Ha sido muy grato el ver de nuevo tus comentarios.

    Se intuye que vienes llena de experiencias personales y de querer compartirlas.

    Queremos saber que momentos nos trae la cazadora de sueños, la coleccionista de olores, la ladrona de sonrisas.

    Mi más sincera bienvenida!

    Pd: Muchas gracias por tus palabras, claro que no nos hemos olvidado de ti, ;).

    Que no te sepa mal porque yo he estado en un ir y venir lo que llevamos de 2011, y aún, voy y vengo, pero puedes estar segura, que tarde más o menos os veo a todos! ;).

    Un beso muy grande tambien para tí!.

    Pd-2: la pelicula de Barbra seguro que te gusta, aunque no es happy ending, pero es una historia impactante en todos los sentidos.

    Como directora tambien realizó "El amor tiene dos caras" con uno de los finales más romanticos del cine "moderno"
    Y Solo como actriz tiene muchisimas la mayoria musicales.
    Creo que es de las pocas romanticas que quedan en Hollywood.


    Mucha suerte en tu retorno! por aqui estamos!

    + Bss!.

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  5. Hola de nuevo!! Lo primero es decirte que este texto tan de tu estilo me ha encantado también; es un flotar contigo en ese momento complicado de dar el primer paso, de abrir una puerta desencadenando una nueva historia por disfrutar. He aprovechado para pensar que esa experiencia que has vivido te ha abierto también la puerta de tu blog para volver, y me he alegrado doblemente.
    Por otra parte, mil gracias por acordarte de mí, de mi blog y por volver a comentar en él. Estoy contento de que hayas encontrado algo agradable con lo que quedarte :) Desde luego que se te ha echado de menos en tu versión lectora pero también en tu versión escritora, por lo que ver que habías vuelto a este rincón tuyo es algo que, de veras, agradezco. ¡Ahora no huyas otra vez! jeje.

    Un abrazo grande y veraniego!

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  6. Escribes muy bien, tienes un encantador blog.
    te deseo una feliz semana.
    un abrazo.

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  7. Buenas y gracias por encontrarme y leerme. Más gracias por permitirme encontrarte, y toparme con este maravilloso viaje de regreso, a mitad de camino entre Pinocho (el auténtico, no el de Disney) y Divina Comedia. Ternura y poesía.

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